miércoles, 25 de junio de 2008

Deja pasar y deja entrar pero con un detector de metales para que no te vuelvan a lastimar...
Me atacó con un cortauñas, el perro espacial que estaba junto a mi en la sala de espera para ver al dentista, nunca hubiese creido que bajo ese hermoso pelo gris lunar, había una extraña fiera dispuesta a matar... Me pasaron a mi primero, y acaricié mi ya roído paladar, no es que quiera alardear pero mi dentadura no se veía como la tuya...tan mal!
Y entonces el dentista me recibió con un poco de novocaina, odio tener que volar en el cuarto de un desconocido que no está dispuesto a volar conmigo.
Salí y me encontré con la cara de un viejo conocido, más arrugada y nostalgica que nunca...y bajo los filtros del tiempo y el espacio nunca la había visto tan bonita ...
Me sonrió con una risa muy pícara que hacia notar que no me recordaba en lo más mínimo, yo le dije - tranquilo viejo amigo, ponme un nombre y cree que es el mío... no hay mentira que no se pueda volver una verdad, recuerdame así toda drogada antes que con esa cara sin ninguna arruga pero llena de cortadas.
Y saliendo de la oficina de un potencial psico killer me fui en monociclo a casa y bajo la lluvia de un día de mayo me resbalé cuando se cruzó conmigo un pequeño gua gua y en un dos por tres destrocé la obra de arte que acababa de hacer en mi boca, un artista incomprendido que te abre el hocico sin darte nada de cariño.

No hay comentarios: