lunes, 7 de julio de 2008

Como cuando te fuiste aquella dulce mañana... nunca me atreví a decirte adios, aun no puedo hacerlo y sigo sin saber cuales fueron tus pretextos, el motivo de tus silencios y la causa de mis lamentos... en la puerta escrita nuestra última canción como cuando entraste por la ventana del patio a la sala.. aquella tarde de abril, un desconocido huyendole a la nada y de este lado un corazón roto que sólo esperaba una palabra para conocerte ahí y morir por ti ... Y ahora una patada por la espalda y una bofetada en la cara, y aún no puedo evitar verte y sonreir, ya sé que estoy bastante humillada pero el orgullo sobra cuando lo que sale de mi boca no puede ser más que usado en mi contra....y así fue como en esta trsite noche me atrevo a decir que este no puede ser el fin!

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